Con los años y diferentes experiencias en organizaciones, ha surgido esta pregunta, si realmente con lo que hacemos o dejamos de hacer enviamos mensajes o comunicamos algo. Si nos vamos a la teoría, encontramos posiciones como la de Pazul Watzlawick, quien dice que es imposible no comunicarse, toda conducta tiene un valor de mensaje. La posibilidad de comunicarse genera situaciones interpersonales y comunicativas. Por otro lado hay teóricos que dicen que no todo comunica porque hay ausencia de significado. Desde mi posición y con base en lo que he podido evidenciar desde el contexto organizacional y también en la vida personal, todo comunica, incluso lo que no decimos o dejamos de hacer. Actualmente vivimos rodeados de personas y de tecnología con las que podemos emitir o no estos mensajes, es un proceso que parece sencillo y la verdad es que puede haber grandes brechas entre: lo que queremos decir, lo que decimos, lo que creemos que decimos y la forma como lo interpreta nuestro interlocutor, nuestra vida es una conversación constante. Por eso, es importante que esta comunicación sea intencional y que tenga un propósito. A continuación hay algunas preguntas para reflexionar y lograr esa comunicación intencional:
¿Qué quieres comunicar?
¿Para qué lo quieres comunicar?
¿Cómo lo quieres comunicar?
¿Cuándo lo vas a comunicar?
¿Dónde lo quieres comunicar?
¿Qué quieres que las personas recuerden de ese mensaje?
Bonus: el ejemplo vale más que mil palabras.
Kommentarer